Por su compendio nutritivo forman parte de la lista de alimentos cardiosaludables, pese a ser un fruto seco poco conocido y de escaso consumo.
Comparten con la mayoría de frutos secos su capital nutritivo (proteínas vegetales, fibra, grasas insaturadas, magnesio, ácido fólico, fitosteroles, vitamina E, antioxidante), que las convierte en alimentos muy saludables, en particular, para la prevención de trastornos cardio y cerebrovasculares.